Cuando llegamos un día a casa y le decimos a nuestra familia “mamá, papá: me voy al extranjero”, las mariposas y la angustia empiezan a recorrer todos los nervios de nuestro cuerpo. Entramos en un estado de sentimientos encontrados y cualquier cosa que hagamos o nos pase nos recuerda que en breves nos vamos: salimos de nuestra zona de confort.
Muy pronto llega el día de los preparativos y empiezas con tu mayor obra de arte: el tetris mejor organizado y cuadrado de la historia! Sin pasarse de los kg establecidos por la compañía aérea, por supuesto. Y así, cuando te quieres dar cuenta ya has llegado, te has instalado, has encontrado a tu alma gemela en la universidad, el trabajo o el piso, y le estás enseñando lo mejor de tu cultura: la tortilla de patatas (con cebolla!) y la siesta.
Pasan las semanas y los meses, y cada día estás más contento de haber pasado ese fatigoso periodo de rellenar el papeleo con tu coordinador de relaciones internacionales para poder irte. Te formas como profesional con visión internacional en tu sector y, sobre todo, como persona: conoces a gente de países que, probablemente, no sabías ni pronunciar; aprendes a encontrar las ofertas más low-cost para viajar por toda Europa; chapurreas, por lo menos, varias palabras clave en los idiomas de países vecinos; tus compañeros de oficina/clase te invitan a jugar a los bolos o al billar y descubres que eres mucho mejor de lo que creías; pruebas comida que no sabías ni que existía; te conviertes en ciudadano de un lugar llamado mundo…
Dicen que cuando sueñas en un idioma que no es el tuyo materno es porque realmente lo estás aprendiendo. Pues bien, justo en ese momento te despiertas y te ves sentado en un avión, con los ojos llorosos, una maleta llena de experiencias y una bandera firmada hasta por camarero del mejor kebab de la ciudad.
La mayoría de las personas que trabajamos en Erasplus+ hemos sido alguna vez Exchange, bien sea con la beca Erasmus o para trabajar fuera de nuestro país, y eso nos hace coincidir en que ha sido, es y será la mejor decisión de nuestras vidas!